miércoles, 25 de noviembre de 2015

Comentario al Libro 300 historias de palabras desde el Diario de Mitre

De adefesio a zombi, la curiosa historia de las palabras en castellano  El libro 300 historias de palabras rescata los orígenes, a veces oscuros, otras impredecibles, de algunos de los términos más usados en en nuestro idioma.

Palabras como "adefesio", procedente del latín "ad Ephesios" (relativo a la célebre epístola de San Pablo); "guiri", de origen vasco, o "pasmo", cuya etimología es la misma que la de "espasmo", son fruto de una curiosa evolución que ha sido estudiada por el latinista Juan Gil en el libro 300 historias de palabras, recientemente publicado por la editorial Espasa en España.

El libro demuestra que la lengua "es un volcán en constante ebullición" y rastrea los sorprendentes cambios experimentados por una serie de términos, algunos de plena actualidad y otros ya en desuso, pero siempre "muy interesantes", aseguró Gil en una entrevista con la agencia EFE.

A más de uno le sorprenderá saber que, en la época en la que hubo un tiempo en que "mamotreto" significaba "criado por su abuela"; que "fetén" -como "choreo"- son términos caló (la lengua romaní que se habla en España y Portugal), que "pánfilo" remite al nombre propio latino "Pamphilus", que "tanga" procede del idioma tupí (de la familia de idiomas originarios de América que incluye al guaraní) o que "zombi" podría tener su origen en África.

Académico de la Lengua, Gil llama por ejemplo la atención sobre la palabra "asesino", que tanto le debe al árabe "hassasin" ("adictos al cáñamo indio", es decir, al hachís) desde que, en el siglo XI, los seguidores del líder Hassam e-Sabbah, del grupo chiíta de los nizaríes, asesinaban a sangre fría tras ingerir una poción elaborada con cannabis.

La palabra "bártulo" "procede del nombre de Bártolo de Sassoferrato, célebre jurisconsulto italiano del siglo XIV", explicó el autor a El País. Sus libros se estudiaban en las universidades y "en torno a 1550 se documenta ya en castellano el empleo del término bártulos para referirse a ellos". Con el tiempo "esta voz pasó a significar, en general, 'libros de estudio'". En el último tercio del XVIII se documenta el uso con el significado actual de "enseres, utensilios".

En el caso de "broma", toma su nombre de un pequeño molusco marino que perfora la madera sumergida en el agua (también llamado teredo). En el siglo XVI ya se usaba la palabra en el sentido de "cosa pesada o molesta" por la pesadez de los buques atacados de broma. En el XVIII ya se utiliza como sinónimo de burla y chanza.
Androides, asesinos y sacos cinematográficos

Robot, por su parte, es uno de los pocos términos castellanos tomados del checo (robota, "trabajo, prestación personal, en particular la de los siervos de la gleba"). El término "fue utilizado por el escritor Karel Capec en una de sus obras de teatro, R. U. R. (Robots Universales Rossum), donde daba nombre a un androide que ejecutaba las tareas normalmente reservadas a los humanos". La obra se estrenó en Praga en 1921 con gran éxito. Del checo también proceden pistola (pist'al era una pequeña flauta, de ahí pasaría al alemán Pistole) y obús (hofnice, una especie de catapulta).

"Aunque hay quien relaciona el origen de la palabra café con el reino de Kaffa, en Etiopía, la palabra procede del árabe, donde se denominó qahwah"-se explica en el libro-. Los turcos "lo llamaron kahve, término que adaptaron los italianos como caffe. Hay que tener en cuenta que fueron comerciantes venecianos los primeros en dar a conocer esta semilla en Europa, en 1640".

En la renovación del léxico influyen numerosos factores, desde los fonéticos ("respeto" y "respecto" tienen la misma etimología; "llaga" y "plaga" provienen de la misma raíz) hasta los cambios que ha experimentado el atuendo, visibles en voces como "bikini", "corbata" o la ya citada "tanga".

A su vez, "pamela" y "rebeca" reflejan hasta qué punto algunos nombres propios pasan a ser comunes. La primera se debe al característico sombrero de amplias alas que lleva la protagonista de la novela Pamela, o la virtud recompensada, de Samuel Richardson, y la segunda, a la chaqueta de punto que vestía la actriz Joan Fontaine en la película Rebecca, una mujer inolvidable, de Alfred Hitchcock.

Y una constante a lo largo de la historia, comenta Gil, catedrático de Filología Latina de la Universidad de Sevilla, es que el extranjero es mirado "siempre con recelo" y a veces "con desprecio", y así lo refleja la historia de palabras como "bárbaro", "esclavo" o "yanqui".

Si hoy en día hay "una invasión" de anglicismos en la lengua popular, en el XVIII el idioma dominante era el francés y de esta lengua proceden palabras como "popurrí", "jamón" o "sabotaje".

En el castellano abundan los préstamos de otras lenguas. Del japonés proceden, por ejemplo, "harakiri" y la más reciente "tsunami". "¿Quién hubiera dicho que tsunami acabaría, hoy por hoy, sustituyendo a maremoto?", se pregunta Gil, director de este libro en el que las labores de redacción y documentación han corrido a cargo de Fernando de la Orden.

Del neerlandés procede "flamenco" y del italiano "fascista" viene "facha", pero, en un elevado porcentaje, la mayoría de las voces castellanas provienen del latín y del griego. "Se debería fomentar el estudio etimológico entre los más jóvenes, porque eso les ayudaría a conocer mejor su propio idioma", afirma este experto en la historia de Cristóbal Colón.

El sustantivo "adefesio", que actualmente significa "persona o cosa ridícula o de gran fealdad", tiene uno de los orígenes "más sorprendentes del léxico español", asegura Gil. En el siglo XVI, "hablar ad Ephesios" tenía el significado de "inútilmente, disparatadamente", dado lo improductivo de lo que predicaba San Pablo. O, como decía Unamuno, porque a los novios "les entran por un oído y les salen por otro las recomendaciones que se dan sobre el matrimonio" en el capítulo quinto de la famosa epístola.

En 300 historias de palabras (el título es un guiño a los trescientos espartanos que combatieron contra Jerjes en las Termópilas) se critica también la afición de los políticos a los eufemismos. "La verdad duele y quita votos", concluye Gil.


Fuente http://www.lanacion.com.ar/1848767-de-adefesio-a-zombi-la-curiosa-historia-de-las-palabras-en-castellano
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